jueves, 11 de diciembre de 2008

Mi confrontación con la docencia

¡Hola María de los Angeles y compañeros!

Buenos días a todos y reciban un cordial saludo.

En una segunda intervención sobre el tema “Entre la Docencia y mi Profesión” y una vez analizada la lectura titulada “La Aventura de Ser Maestro” de José M. Esteve, así como las lecturas complementarias recomendadas, siento inmediatamente la coincidencia en muchos aspectos entre el autor y el texto que originalmente envié.

Estoy de acuerdo totalmente cuando el autor manifiesta que es una profesión ambivalente, si bien es el sentir del profesor cuando se sabe que su clase es aburrida o dinámica, sin duda el mejor juez y observador es el alumno. Cuando habla de la libertad de ser profesor y en particular en el punto de cambiar formas y modificar contenidos, puede parecer aberrante si no se le halla sentido pues bien es cierto que “oficialmente” no es válido. Cuando habla de modificar contenidos mi interpretación al respecto es que el profesor tiene la facultad y responsabilidad de manejar elementos variados que cumplan con los contenidos propuestos.

“Era su vida pensar y sentir y hacer pensar y sentir”, al hacer esta referencia de Miquel de Unamuno quien murió hace más de setenta años, me lleva a reflexionar que mi labor docente he caído en estas acciones por accidente ya que no lo he hecho en forma consciente. Y es que mi formación profesional no tiene nada que ver con la docencia, al igual que el autor comenta sobre los perfiles que tienen los profesores de secundaria de su país. Dicho de otra forma nos hemos especializado en un área del conocimiento y manejamos términos muy superiores a la comprensión del alumno y perdemos el sentido de ser profesor de humanidad. Bajo este concepto y valorando mi desempeño docente he aprendido desde hace mucho tiempo que estoy al servicio de los educandos, a los cuales les trato siempre con respeto, sin humillaciones, sin distinciones. Y en consecuencia he empezado a construir la Propia Identidad Profesional, pues este es mi trabajo y lo hago con gusto y orgullo. Tengo buena comunicación con los alumnos en su mayoría, trabajo con disciplina en forma conjunta con ellos, situación que comenta Marta Lluis Cladera en el punto número 3. Estoy consciente de que con algunos jóvenes me es más difícil trabajar y cuando tengo reprobación es mínima (en el semestre anterior de 180 alumnos atendidos sólo reprobaron 3 la asignatura que imparto) por lo que indago las causas y hallo que reprobaron otras 3 o 4 del semestre en cuestión. Por eso digo que hay alumnos que no toman el rol que les corresponde.

En mi participación anterior manifiesto insatisfacción cuando hay compañeros no comprometidos con su trabajo, situación considerada por Miguel Ángel Santos Guerra en la lectura complementaria “La Concepción del Profesor” por lo que me permito citar textualmente un párrafo de la hoja 2:
“La práctica profesional del docente está cargada de conflictos de valor. No hay neutralidad en la práctica educativa, no hay uniformidad de intereses, de fines, de valores. De ahí la necesidad de una formación, de una intervención y de una evaluación de la misma que procedan de la reflexión crítica. Lo dice claramente Henry Giroux (1990)”.
Conclusión.
Observo que los textos leídos como referencias tienen grandes similitudes con mi percepción de la docencia. Sin embargo también me parece increíble que tendencias educativas propuestas en Europa en el primer cuarto del siglo XX apenas se traten de generalizar en nuestro sistema educativo, esto no quiere decir que esté en desacuerdo sino que tenemos mucho tiempo que recuperar para que sean aplicables a nuestro contexto nacional, regional y/o hasta local.
Espero sus comentarios.
Atte. David Patricio.

2 comentarios:

  1. Hola compañero, estoy de acuerdo con su apreciación acerca del rezago educativo que vive nuestro país en comparación con otros. Afortunadamente nos toco ser protagonistas de esta transición educativa y en nuestras manos esta el que cambie para bien de todos los implicados en ella.
    Hasta pronto

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  2. Marypaz:
    Gracias por tus gentiles comentarios compañera.
    Afortunadamente el compartir experiencias a distancia es una actividad muy enriquecedora tanto en conocimientos como en apreciaciones. Los avances tecnológicos lo hacen posible pero más aún el entusiasmo con el que lo hacemos.

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